¡Ay, Juanito, no te rajes!

Señores y señoras. Con ustedes, el chow más esperado por todos los tiempos. Traído desde los barrios más bajos de Iztapala. Lopezobradorista. Fiel amigo de todos los niños y algunos fisicoculturistas. ¡El Chow de Juanito!

A Juanito ¿se le acabó el “chow”? Por recomendación del jefe de Gobierno, Marcelo Ebrad, Juanito decidió abandonar la política. Por lo menos hasta que su salud se lo permitera, la cual se agravó justo después de la junta privada, que tuvo con el “superman del Distrito Federal”. El trato fue el siguiente y se llevó a cabo: Juanito debía ceder la delegación a Carla Brugada del PRD, después de tomar posesión aquel jueves primero de octubre. A pesar de que Rafael Acosta, Juanito, ganara las elecciones democráticamente, cedió su cargo porque así se lo pidió su presidente legítimo, Andrés Manuel López Obrador.

Claro, pudo más un regañito de Ebrad y una sugerencia de AMLO, que gobernar a un millón 800 mil personas. Con su renuncia, Juanito dejó ir sus sueños de recibir anualmente más de dos mil millones de pesos que quizá le hubieran asegurado la jefatura de Gobierno del DF y, por qué no, como él mismo lo dijo, la mera presidencia de la república.

Sin embargo, el chow aun no termina. Juanito amenaza con regresar a su puesto en diciembre. Pero antes, se tomará tiempo para irse de gira artística y ser protagónico de su propia obra de teatro. Así es señores y señoras, Alberto Rojas “El Caballo”, dirigirá la obra titulada ¡Ay, Juanito, no te rajes! Digo, si la nalga dorada de Alejandra Guzmán se va a la pantalla grande, lo de Juanito no tiene importancia.

México necesita más Juanitos. Esos si son políticos. Gente que se preocupa por los demás. Personas que trabajan arduamente para darnos un buen tema de conversación. Para mí, Juanito merece mis respetos, para otros, como para Carmen Salinas, sólo es un “pendejo”.
Vean el video. Seguramente se olvidarán un poco de esta realidad absurda. Ah y por cierto, échenle un ojito al Jefe de Jefes, va que vuela. Chance y hasta con sus buenas acciones lo andamos teniendo como gobernador de Morelos o Guerrero. Ahora si como decía mi abuelita: “ojo, mucho ojo”.